sábado, 18 de abril de 2015

Acerca de una chica

  1. Una chica se acercó a mi mesa en un comedor universitario. El lugar estaba copado por estudiantes y profesores acostumbrados a compartir la mesa durante el almuerzo. Aquí hay asiento. Sí, pero la  señora ¿dónde está? De repente una señora se acercó y saludó a la muchacha con familiaridad y cariño. Tendrás que compartir la mesa porque está repleto: el señor ya termina. Debe tener veintiun años. Lleva el cabello lacio, la cara redonda y las mejillas rosadas. ¿Qué estudias? Derecho. Su sonrisa amplia me ofreció una perfecta dentadura ¿Qué ciclo? El último. Fijé mis ojos en los suyos y advertí ese destello de mirada andina que ostentan algunas mujeres. Recuerdo a un profesor de Derecho que quiso ser presidente. Ñique. Sí. La anécdota nos ayudó a compartir un almuerzo agradable. En algún momento privé mi mirada en su escote y me sentí huérfano. Como ya debía largar tenté una respuesta a mi curiosidad. Borges, durante una conferencia, confesó que veía fundamentalmente un color: el amarillo. Debió haberlo visto cuando veía. Sí, él encegueció ya grande. Entonces sonrió: yo perdí la vista a los dos años… Yo no conozco los colores. 



Foto: Victor Herrera Larrea




viernes, 3 de abril de 2015

Del primer beso

En los seres extraños, el primer beso suele ser tardío, fugaz, sórdido; pero también inesperado, eterno, radiante... amargo y dulce a la vez.